La evolución de la transformación digital en la Universidad de Murcia

Por José Reche Alonso, Jefe de Área de Gestión Académica.

Una persona muy querida y respetada por mí me invita a escribir mis impresiones y mi relación con la digitalización:

-Esto no es lo mío, me estás metiendo en un lío

-Lo sé

-Pero lo voy a intentar

-También lo sé

Este intercambio de frases de correo se da en tanto estoy en una reunión virtual en la que se ha analizado un proceso, el traslado de expediente, que afecta a un buen número de estudiantes y es un incordio para los solicitantes, que tienen que desplazarse, entregar los documentos requeridos para obtener un resguardo de la petición... y también para los gestores, que habitualmente tienen dificultades para resolver bien y rápido. La presentación que estoy viendo responde a la perfección a los requerimientos y al análisis que se había realizado: simplifica al máximo el trámite, especialmente para el solicitante, que podrá realizarlo de manera telemática, desde cualquier lugar y dispositivo habitual, en las 24 horas del día; un proceso totalmente intuitivo que también permitirá al gestor resolver, cuando sea necesaria su intervención, de manera inmediata (este trámite electrónico se pone ya a disposición de los estudiantes).

La Universidad ha evolucionado de manera extraordinaria en las últimas cuatro décadas, y la gestión administrativa de los expedientes con ella. Algunos de los trámites que se llevan a cabo en el ámbito de la Gestión Académica siguen teniendo los mismos nombres que los de hace 40 años: acceso, admisión, matrícula, beca, acta, título... ya existían, pero hasta ahí el parecido. Para cualquiera que conoce estos procesos, ahora ya nada tiene el mismo sentido: colas, actas manuales, matrícula en microaula… Los avances se han ido sucediendo y los cambios más espectaculares en estos procesos, el incremento de los servicios a disposición de los universitarios y de los estudiantes han venido de la mano, en particular, de la digitalización. Son decenas de trámites, actualizaciones que día a día se van incorporando, las más de las ocasiones sin hacer ruido alguno, pero mejorando de manera constante la gestión.

Una gestión administrativa y académica que cada vez es más compleja, y cada día más, necesita de sistemas de gestión eficientes, eficaces y transparentes que optimicen los recursos disponibles; trámites que se gestionen de manera sencilla y con sentido común.

Hace unos días recibí en mi móvil la foto de un artículo sobre competencias que se centraba en las “competencias sencillas” que debían dominar los profesionales del futuro. Algunas de ellas me llamaron especialmente la atención: suma de inteligencias –a más tecnología, más necesidad de pensar-; respeto –como valor corporativo; sencillez –no sofisticar el lenguaje- y, sentido común. Veo a diario estas competencias plasmadas en las aplicaciones creadas, desarrolladas por nuestro personal y puestas en funcionamiento por la propia Universidad. Y en no pocas ocasiones he podido sentirme orgulloso por el magnífico equipo de profesionales de ÁTICA que en nuestra Universidad se encargan de responder, junto con nuestro propio personal a la demanda de nuevos servicios. De comprobar cómo a diario son capaces de dar sencillez y sentido común a los trámites.

Y ahí continúa el RETO, la transición digital se acelera y es imparable. Poner a disposición de nuestros estudiantes y egresados trámites y servicios en línea que respondan a sus expectativas y exigencias; seguir estando en la vanguardia. Mi confianza es plena, tenemos los recursos adecuados y contamos con el mejor equipo de trabajo.

Vuelvo a alguna otra competencia de importancia en el escrito al que antes me referí: se ha tomado la decisión sobre lo que se va a hacer y lo que no, hay determinación para que las cosas pasen, el foco está puesto, será necesaria una cierta paciencia y perseverar.